
Soy poeta de mi mente, que escrudiña vilmente cada razón, mis fantasmas no se agotan, nunca duermen de esta conciencia rota, alrededor del frío estímulo que excita mi cuerpo, y cruelmente poco entendería después de relatar el dulce momento que sentí al tomar lápiz y papel haciendo alusión de mi propio reflejo, escondiéndome detrás del muro de la desesperación, sofocando gota a gota las palabras que señalan el borde de mi locura.
Una luz q viene y se va, un color oscuro q no vuelve, una sonrisa que se desvanece en el lóbrego templo de la soledad, la frialdad que recorre en cara y los pasos lentos q aquel haz te ofrece. Siendo ciervo y rey de tu propia conciencia , concurriendo a la manía de tu propio ser!
No hay comentarios:
Publicar un comentario